por Rodrigo Hernández López
El 9 de octubre se cumplieron 89 años del fallecimiento de Carmen de Burgos Seguí, la primera periodista profesional que tuvo España. A principios de 1900 escribió sobre la reivindicación feminista y promovió la legalización del divorcio, en tiempos donde se hablaba de consejos de belleza y recetas de cocina.
Fue la primera redactora de un periódico y la primera mujer corresponsal de guerra.
Se casó muy joven, a los 16 años, con Arturo Álvarez Bustos, con quien tuvo cuatro hijos, de los que sólo les sobrevivió su hija María, nacida en 1895. Fue infeliz en su matrimonio y se separó entre el escándalo en una región conservadora; apostó por la docencia para mantener su independencia económica.
En 1904 fue contratada como redactora de El Diario Universal, ahí tenía una columna diaria, publicada en la primera página, con el título “Lecturas para la mujer”. Por esas fechas adoptó el que sería su seudónimo: Colombine. Aunque firmó otros textos bajo los nombres de Gabriel Luna y Perico el de los Palotes.
Para 1906 trabajó en El Heraldo como corresponsal, estuvo en 1909 en Melilla cubriendo la guerra al norte de Marruecos y también informó sobre la Primera Guerra Mundial.
En un contexto donde las mujeres eran marginadas, fomentó desde su columna una encuesta sobre el divorcio. Entre los meses de enero y junio de 1904 recolectó opiniones sobre la disolución del matrimonio entre escritores, intelectuales y políticos, como Pío Baroja o Miguel de Unamuno. El debate llegó a recolectar cerca de dos mil opiniones, la mayoría a favor de la separación.
Pero dejaré que hable ella, porque el paso del tiempo no ha menguado su pensamiento, ni sus letras.

La elegía de las faldas
Cada siglo ha querido caracterizarse por una moda. La moda tiene, sin duda, su filosofía, y la de ahora, asustada de vernos adelantar tanto a las mujeres, nos sujeta amarrándonos por las piernas. Nosotras, que pondríamos el grito en el cielo ante tal abuso si alguien lo intentase, nos dejamos atar por la moda. La falda, que debería ser suelta, con revuelos de túnica, con una comunicación expresiva con la vida y la inquietud, en la falda entravé se vuelve inexpresiva, con una sola coquetería monótona y teatral, de teatro de vaudeville…
¿Quizás será un error que corregirá inmediatamente el tiempo? ¿Quizás será de esas cosas de las que no queda nada, ni un recuerdo, en el diccionario de la mujer, tan voluminoso y tan nutrido, aun impreso en letra tan menuda, letra de pespunte? De cualquier modo, conviene escribir la lamentación, porque hay una solidaridad en la moda que hace errores comunes los de sus creadoras, frívolas trastornadas, borrachas de champagne en noches de creación de nuevas modas.
¡Adiós, estética de los vestidos Princesa, Imperio y Directorio! ¡Adiós, línea purísima, encontrada después de tantos años, y que en los comienzos de siglo nos acercó en bella evocación a la Grecia!
En el eterno varias hemos ido cambiando, y hoy nuestra silueta, con la cabeza cubierta por un sombrero enorme, resulta terminada en punta hacia el suelo. Se nos hinchan las faldas con el viento, abultando las caderas y sitios fronterizos… se lían los pies a estos paños que nos envuelven, que no nos dejan andar con libertad, ni sentarnos, ni subir una escalera; se hace casi imposible entrar en un coche… pero todo lo sufrimos por amor de la moda…

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La guía de papel, nombre de este espacio de colaboraciones con Altura desprendida de periodicidad mensual, es una pieza en ángulo usada como referencia al momento de insertar la hoja en la máquina de escribir, cuya función es facilitar la fijación de los márgenes a la hora de teclear.
Rodrigo Hernández López
Creció entre libros viejos y periódicos y aún escribe en su vieja máquina de escribir. Fanático de la fatalidad de Casablanca y de la lluvia. Busca cómics de la Editorial Vid, ediciones de La casa de los espíritus y figuras de Star Wars. Como Clark Kent, su pasión es el periodismo. Le gusta dar paseos por el cementerio y sube cosas de Batman desde su Twitter: @lopezperiodista.
Imágenes principal y de interiores: Pixabay.