«Siempre han negado a nuestra clase el acceso al conocimiento»: Pirateca

por César Albatros

Durante las últimas semanas hemos asistido a un debate en redes sociales en torno a la digitalización de la obra del poeta sonorense Abigael Bohórquez. Los editores y herederos del autor han amenazado con recurrir a los cauces legales contra quienes resulten responsables por el nefando delito de difundir y publicitar el trabajo de una de las voces poéticas más originales, pero también —no se nos olvide— más desconocidas, en el panorama literario mexicano de fines del siglo XX.

Detrás del pireateo de esta obra o, como ellos prefieren llamarlo, expropiación, se encuentra el proyecto Pirateca, una iniciativa que busca hacer del alcance público ciertos artefactos culturales que históricamente han estado negados para el grueso de la población: los libros. Nada más al darnos una vuelta por su sitio web, encontramos un manifiesto en el que, con una claridad fuera de toda duda, afirman: «toda obra de arte, todo poema, toda filosofía, toda música surgen de una experiencia común, de la experiencia humana (que es invariablemente común) y por lo tanto, más que a un individuo, todo conocimiento y cultura pertenecen a la humanidad.»

La lucidez de su planteamiento y, desde luego, el foco (vale decir, el morbo) puesto en su proyecto a raíz del debate suscitado por la obra del poeta caborquense hizo que desde Altura desprendida quisiéramos saber más sobre la propuesta, el pensamiento y los ejes de trabajo que definen Pirateca. Las siguientes líneas son el resultado del diálogo que generosamente aceptaron tener para nuestros lectores.

Mame solidario de Un bot mamalón (@brokenenglishsi).

¿Cuál es el impulso inicial por el cual ustedes deciden hacer públicos ciertos libros que de otra manera no podrían llegar a muchísimas personas? ¿Cómo surge el proyecto?

Cuando éramos muy pequeñxs [siempre usan el lenguaje inclusivo] nos obsesionamos con las comunidades de torrents privados, vivimos en ellas, crecimos gracias a esos proyectos y colaboramos con ellos todo lo que pudimos. Lo que ahora somos se lo debemos a esa etapa en la que tuvimos acceso a toda la cultura que quisimos, a pesar de que el aparato político y económico siempre le ha negado a nuestra clase el acceso “legal” al conocimiento. Después, mientras estudiábamos la universidad, descubrimos una dimensión de la experiencia cultural que los torrents no nos podían dar: la experiencia corporal, la experiencia de leer un libro junto a nuestrxs amigxs, la experiencia transformadora de crear nuevos afectos, de amar a través de la lectura de un poema, de ver un filme, de escuchar una pieza musical. Ahí descubrimos la cualidad inherentemente comunitaria que siempre ha tenido el texto, la escritura y todo objeto cultural: siempre se lee y se escribe con otrxs.

Entonces comenzamos a escanear textos que nos gustaban para compartirlos con nuestrxs amigxs. Eventualmente nos hicimos de una colección amplia de escaneos que nosotrxs habíamos realizado y que aún no circulaban en la red. Fue ahí donde decidimos hacer una especie de biblioteca pública. Decidimos llamarla Pirateca, hicimos el logo, compramos el dominio, el hosting y subimos la colección de escaneos que habíamos compartido antes en fragmentos, esta vez ya como libros completos.

Para responder a la pregunta inicial —rebobinan— el impulso que nos llevó a fundar Pirateca fue el amor por nuestrxs amigxs, el deseo de compartir nuestras lecturas con ellxs; pero también el amor por esa comunidad posible, esa comunidad por venir: esxs otrxs amigxs que aún no conocíamos, aquellxs a quienes nos podrían unir los encuentros entre las palabras en una suerte de complicidad secreta. Porque, como diría Agamben, nunca es común una propiedad, sólo lo es lo inapropiable. El acto de compartir este inapropiable es el amor.

Pirateca va creciendo y diversificándose en busca de afectos y afinidades.

¿Cuál es el significado de piratear libros (conocimiento, cultura) en la época del copyright, los derechos de autor y el acceso limitado a la cultura?

La escritura y, en general, el conocimiento y la cultura siempre han sido experiencias comunes. El mundo entero y el lenguaje lo son. Bien decía Bifo: el mundo sólo se vuelve parte de nuestra experiencia cuando nuestra piel entra en contacto con el cuerpo de otrx (sea humano o no-humano) y el calor puede fluir de un organismo a otro. Siempre hemos leído y escrito juntxs, no existe otra forma de hacerlo. La historia de la escritura y la lectura comenzó en comunidad y aun hoy sigue y debería seguir siendo algo que hagamos juntxs.

El sistema de copyright y los derechos de autor no son otra cosa más que aparatos que pretenden descorporizar la cultura y el conocimiento, que pretenden arrancarlos del lugar donde siempre han habitado: nuestros cuerpos y nuestros afectos, para luego convertirlos en objetos de consumo, en mercancías, en patrimonios, herencias y posesiones. Es ese el gran horror de estos dispositivos. Para nosotrxs, piratear libros es oponernos a ese sistema económico-político-afectivo (afectivo, en tanto que incide directamente en la forma en que nos relacionamos y sentimos a partir de dichas relaciones con el mundo), que sólo piensa la vida a partir de intercambios capitalistas. Creemos que piratear es una forma de regresar los textos a nuestros cuerpos y afectos, de posibilitarles el camino al acontecimiento sensible que estos abren, de sacar las letras de la materialidad del objeto-libro para que vuelvan a vivir en nosotrxs. Para que volvamos a leer y escribir juntxs.

Ahora, con el amago de denuncia por parte de los herederos de Abigael Bohórquez, ¿cómo ven que estos lucren con un dinero que el poeta jamás tuvo en vida? Aun más, ¿qué les parece que un libro editado con dinero público del Estado sea usado para amenazar un proyecto de acceso libre a la cultura como Pirateca?

Nada sabemos de herencias, patrimonios y posesiones. Nada sabemos y nada queremos saber porque las cosas que nos importan, lo que nos mueve, lo que ocupa nuestros cuerpos y sensibilidades no es poseíble. Para nosotrxs Abigael no es una posesión, no es un objeto-libro, ni siquiera es la persona legalmente llamada Abigael Bohórquez. Nunca lo conocimos, nunca compartimos el mismo plano temporal; nacimos después de su muerte. Para nosotrxs Abigael es la experiencia transformadora de leer su poesía. Es la experiencia de amar con Abigael, de desear, de llorar, de escuchar, de sentir el mundo y nuestros cuerpos a través de su poesía; de compartir, de crear una vida juntxs, de dejarnos atravesar por sus textos para generar nuevas formas de habitar el mundo. Si alguien quiere ver en Abigael un objeto-libro, una herencia, una suma de dinero o un prestigio, nada queremos con esos afectos, nada queremos saber de Abigael-objeto, Abigael-dinero, Abigael-herencia, Abigael-prestigio, Abigael-Estado.

Estamos acostumbradxs a las amenazas y chantajes, vengan del Estado o de poseedores de propiedad privada (que son lo mismo, o al menos operan exactamente igual); siempre hemos habitado en cierto grado de ilegalidad. Nuestros afectos, deseos, amores, saberes; nuestras formas-de-vida siempre han sido repudiables para ellos. Una vez más, nuestras formas de leer, de escribir, de obtener conocimiento y de generar sensibilidades en común son ilegales. No nos sorprende y, como siempre, estamos dispuestxs a resistir hasta donde sea posible, no conocemos otra forma de existir. Estamos dispuestxs a asumir nuestro devenir-ilegal porque una vida 100% legal es, también, una vida 100% cooptada.

La digitalización de la obra del poeta caborquense desató una pequeña tormenta en Twitter.

¿Han tenido querellas legales antes de esta problemática surgida por la obra de Abigael? ¿Los miembros de Pirateca tienen temor de algún día tener que visitar la cárcel por su labor expropiando libros?

No, legales no. Hasta el momento no ha pasado de amenazas, denuncias y ataques técnicos al sitio web de Pirateca. El derecho y la legalidad pretenden (¡muy, muy falsamente!) no perseguir ideas ni cosmovisiones, pretenden únicamente perseguir personas, sujetos identificables con nombre y apellido. Por otro lado, la existencia de Pirateca se ha revelado como una travesía con muchos más viajerxs de lxs que hubiéramos imaginado. Pirateca ahora se compone de muchos más conocimientos y afectos. Ahora nos cuidamos con más saberes y habilidades que con los que iniciamos: ya somos especialistas en seguridad informática, editorxs, abogadxs, filósofxs, músicxs, hackers, poetas, ingenierxs, micólogxs, escritorxs, y un eterno etcétera. Cada día somos más fuertes. Cada día Pirateca es más fuerte. Y de todos modos, la prisión no es lo peor que podría pasarnos. Más que a la pérdida de nuesta “libertad”, le tememos a la pérdida de un Nosotrxs.

Y, aunque los poderes lograran hacerse de nuestros nombres y apellidos, aunque lograran encarcelarnos o imponernos multas impagables por nuestros “delitos”, Pirateca no es (como pretenderían la legalidad y el derecho) individuos o sujetos con nombres y apellidos. Pirateca es una idea, una forma de ejercer la escritura, la lectura, el conocimiento, los afectos, el amor y la creación. Poco importa si encarcelan o endeudan a unxs cuantxs de nosotrxs. Como el libro de Abigael, el germen ya estaba puesto incluso antes de Pirateca. Ya se esparce por nuestros cuerpos y afectos el micelio de otras formas-de-vida, de otras formas de hacer conocimiento, de escribir, de leer, de amar, de existir. Poco importan los sujetos y las personas, que no son más que una forma acabada de la ficción de la modernidad. Importa el fluir de nuestros cuerpos, de nuestros saberes y de nuestros afectos. De nuevo, como diría Agamben, sólo cuando el pensamiento sea capaz de encontrar el elemento político que se ha ocultado en la clandestinidad de la existencia singular, sólo cuando más allá de la escisión entre público y privado, entre política y biografía, entre zoe y bíos, sólo cuando sea posible delinear los contornos de una forma-de-vida y de un uso común de los cuerpos, la política podrá salir de su mutismo y la biografía individual de su idiotez.

Un autor marginado como Bohórquez sólo podría ser difundido libremente hasta 2095.

¿Qué significaría que difusores de cultura terminaran presos?

Esto no es nuevo, no es contra nosotrxs únicamente. Los que hoy nos acusan de ilegales son los mismos de siempre, los mismos que construyeron este mundo a base de anular otros mundos. Nosotrxs lo supimos gracias a Silvia Federici: el surgimiento del capitalismo se pudo concretar únicamente desde el exterminio sistemático de todas las formas-de-vida que no tenían como objetivo la acumulación desigual de la riqueza a base de la explotación del otrx. Es preciso entender que lo que nos pasa ahora o podría pasarnos en un futuro a nosotrxs forma parte del mismo proyecto universal capitalista; que todas las represiones, encierros, violaciones, asesinatos, endeudamientos; que todo trabajo asalariado, que todo sistema democrático, que toda fuerza de orden y poder, que toda jerarquía, que todo proyecto universalizante, forma parte de la misma enfermedad: el capitalismo. Y no hablamos sólo de un modelo económico, sino de una subjetividad capitalista que únicamente puede imaginar el mundo en términos de valor de cambio. Poco significaría si unx o diez de nosotrxs termináramos endeudadxs o presxs: el capitalismo va a seguir violando, asesinando, despojando, endeudando, torturando, marginando, encerrando, empobreciendo, exterminando. Mientras el capitalismo siga existiendo, habrá que seguir resistiendo; no hay más. Creemos que no hay resistencias pequeñas: hay cuerpos que insisten en que es posible configurar otras formas de habitar el mundo. Como dice Rita Segato: no se trata tanto de resistir, sino de re-existir.

Las amenazas contra Pirateca se dejaron sentir muy fuertes por parte de los herederos legales del poeta.

He visto que su lema “los libros no se roban, ¡se expropian!” tiene un símbolo anarquista en su interior, ¿cuál es la relación del proyecto Pirateca con el anarquismo?

Sí, es cierto, venimos de Goldman, Kropotkin, Proudhon y Bakunin. Pero más que una ideología o una práctica teórica unificada, creemos que el nuestro es un devenir-anarquista. Nos gustaría, en todo caso, hablar de las sensibilidades que nos han tocado: Lao-Tse, Cage, Agamben, Patanjali, Papasquiaro, M. Rojas, Federici, Deleuze, Rābiʿa, Lenkersdorf, Macedonio, Lonzi, M. Jacob, Serres, Duras, Milarepa, Rolnik, Hijikata, Panero, Tamayo, Tarkovsky, Guattari, Tiqqun, Rivera Garza, Huidobro, Cedillo, Rozitchner, Basquiat, Davis, Basho, Lorde, Satie, Galeano, Cocteau, Debord, Herzog, Lucrecio, Abenshushan, Tarr, Schroeter, LulzSec, Hanatarash, Nietzsche, Calvino, Bardet, Sun Ra, Beckett, Parajanov, Lyotard, Pessoa, Berardi, Echeverría, Vertov, Quignard, Garcés, Chagall, Cusicanqui, Vigo, San Francisco, Godard, Avraamov, Segato, Foucault, Bataille, Zhuangzi, Artaud, Silvestre, Whitman, Fernández-Savater, Levinas, Christou, Ramona, Calasso, Haraway, Akerman, Solanas, Marcos, Varda, Ohno, Spinoza, Gould, Kantor, Gutiérrez Aguilar, Marx, Gago, Espósito, Thoreau, Borges, Silvestri, Nepote, Benjamin, Virilio, Fanon, Blanchot, Bohórquez y un eterno etcétera.

¿Cómo es que un trabajo como el suyo puede contribuir a una sociedad basada en los principios anarquistas?

Nosotrxs consideramos que nuestro trabajo es micropolítico. No pretendemos construir ninguna sociedad porque aborrecemos la sociedad como concepto unificador. Hemos renunciado a toda lucha macropolítica, a todo movimiento social, a toda revolución universalizante. No sabemos cómo hacerlo, no sabemos ni queremos saber cómo construir sociedades porque estas requieren de un programa establecido, de un proyecto, de un objetivo único. No queremos ninguna revolución y ninguna sociedad que sea concretable. Nosotrxs preferimos el camino largo: un camino que piensa en fragmentos, que pone atención a los gestos. Proponemos radicalizar las potencias subversivas que habitan en nosotrxs. Proponemos transformar en hogares, formas-de-vida y habitares todos los destellos revolucionarios que se asoman en nuestros cuerpos. A la conformación de una sociedad oponemos la okupación del mundo de manera des-organizada, molecular, sin órganos, sin jerarquías ni programas. A la construcción de principios, oponemos el ejercicio de la vida desde la multiplicidad. No queremos ser líderes ni coordinadorxs de nada, no queremos ser ejemplo ni mártires. No tomamos la voz de nadie. Aborrecemos la idea de “hablar por los que no pueden”. Lo único que deseamos es movilizar todxs juntxs nuestras potencias singulares y afectos en entramados revolucionarios radicales. Buscamos aliadxs. Sabemos que nuestrxs aliadxs están ya aquí, que se nos han adelantado; se trata de una atmósfera que se respira. Queremos respirar juntxs, nosotrxs, hoy. Nuestro llamado es a cuestionar nuestros afectos, nuestras corporalidades, nuestros saberes y deseos. A expropiar, a hacer-común todo lo que tenemos. Nuestro llamado es a nuestrxs amigxs: lxs existentes y lxs que vienen. Lxs amigxs a quienes nos une el rechazo a un estado de cosas, el deseo de imaginar un habitar distinto; incluso, esxs amigxs a quienes nos une la posibilidad de compartir por el puro placer de encontrarnos. Creemos que abrir fragmentos de tiempo y sensibilidad para hacer amigxs desde el deseo es una forma de gestar otros devenires.

Esos amigos posibles de los que hablan ya han dejado ver su apoyo en redes a través de mensajes, memes, difusión, etcétera.

¿Cómo podemos apoyar al proyecto de Pirateca todos aquellos que somos lectores ilegalizados de PDF? Es decir, Pirateca contribuye a que el conocimiento sea público, ¿cómo podemos contribuir con Pirateca?

Nuestra organización siempre ha sido un poco complicada. No nos gusta la idea de hacer de Pirateca una organización grande, con jerarquías y divisiones de trabajo. Nos gusta la idea de mantener el germen que ha habitado en nosotrxs desde el inicio: el amor, el cariño y la amistad. No sabemos bien cómo, pero todos los proyectos hermanxs a Pirateca que están surgiendo tienen esta premisa de por medio. La mejor forma de colaborar con conocimientos, esfuerzos y habilidades es estar alrededor del proyecto, de seguirnos la pista entre todxs; por ejemplo, de estar en los grupos de Telegram, que es de donde están surgiendo casi todos los nuevos proyectos. Las ligas son las siguientes:

Por otro lado, lamentablemente algo necesario para mantener viva Pirateca es el capital económico. Los servidores donde alojamos Pirateca deben ser seguros, tanto para la integridad de quienes participamos como por la permanencia del material que subimos. Desgraciadamente estos servidores son caros y para mantener Pirateca hemos sobrevivido a través de donaciones. Es la única forma que tenemos de mantener la infraestructura que el proyecto necesita.

Por cuestiones de seguridad únicamente recibimos donaciones por medio de criptomonedas y de alcancías públicas que vamos a estar poniendo en algunos lugares de la Ciudad de México. Si desean donar en especie (donar libros o pagar unos meses de nuestros servidores) o de alguna otra forma en particular, pueden también escribirnos directamente a nuestro mail (pirateca@riseup.net) o nuestro telegram. La información actualizada la pueden encontrar en la pestaña “Donar” de nuestro sitio web.

Las labores de digitalización implican un esfuerzo impago, cuya satisfacción va más allá de lo monetario.

¿Qué otros proyectos hermanos o cercanos a Pirateca, que hagan público el conocimiento humano, recomiendan a quienes leen esto?

Son demasiados, no estamos segurxs de por dónde empezar. Nombraremos algunos que se nos vienen a la mente pero seguramente estamos olvidando muchísimos más: The Library Genesis Project, Memory of the World, Internet Archive, Rancho electrónicobibliobox.copiona.com, UbuWeb, Traficantes de sueños, Tinta LimónLibrevirus.cc, aaaaarg.fail, pirate.care, epublibreMIAU, BotBookClub, Colectivo Disonancia, Karagarga, Proyecto Biblio 29, perrotuerto.blogredacted.ch, Grafoscopio, Serpiente de montaña, bibliotik, y tantxs otrxs.

Por último, ¿qué libros proyectan piratear, expropiar, liberar a corto plazo? Díganos alguna o algunas sorpresas para abrir el apetito.

Ya que precisamente ahora está atravesando los afectos de muchas personas, vamos a aprovechar para escanear los dos tomos del teatro de Abigael Bohórquez —al momento de la publicación de esta entrevista ya habían digitalizado el primero—. También, pronto terminaremos de escanear la poesía completa de Fernando Pessoa en esas hermosas ediciones bilingües de editorial Abada. Igualmente, estamos intentando conseguir las obras completas de Macedonio Fernández, pues aún nos faltan un par de tomos. Por otro lado, desde hace varios días tenemos mayores facilidades tanto para conseguir libros como para escanear, por lo que en breve empezaremos a subir dos libros a la semana y esperamos que pronto puedan ser tres.

Hay algo que desde hace tiempo hemos estado intentando concretar sin mucho éxito y ya pensamos hacerlo este año: un bot de Telegram para distribuir partituras. Algo como el bot de BotBookClub pero con partituras musicales. Pronto lo lograremos. Además, abrazamos el no-saber de los proyectos que justo ahora no existen, pero que en el futuro conformarán Pirateca: confiamos en la imaginación de nuestrxs amigxs.

***

César Albatros (ex Distrito Federal, 1990). Es desempleado, pero a veces logra ser subempleado. Estudió Letras Hispánicas en la UNAM. Sus intereses se centran en la poesía, el cine, los movimientos revolucionarios y, sobre todo, en no morirse de hambre. Dice que era una de las jóvenes promesas de la literatura, pero se chingó la rodilla.

Twitter: @CsarAlv5

Imagen de portada: ilustración de la Pirateca.

5 Comentarios

  1. equis dice:

    me parece muy protagonista para ser micropolítica anarquica, en ese caso se mantendría en el under con comparticiones desinteresadas, sin logotipos o redes tan pop. Cabe la reflexión del acumulamiento vs. aprovechamiento, en lo escrito se delata lo leído, y si bien muestran un discurso germinal, no parece reflejar el «acervo» tan pomposo que enumeran como si fueran pokemones, no se nota. Prefiero comprar libros viejos, escanearlos y liberarlos por mi cuenta sin ponerles logotipos, esto me suena a chavos acomodados que quieren sentir la aventura de sentirse obreros anarcos pero fashion y de paso amasar protagonismos. Mejor que hagan una editorial y publiquen gratis y ya le ponen su logos y redes sociales protagónicas…

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  2. Yuri Transfer dice:

    Me gusta La Pirateca, pero no leí el artículo completo porque detesto el lenguaje inclusivo.
    (`⌒*)O-(`⌒´Q)

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