por Michelle Vázquez
Gustavo García Murrieta (1991) es un artista veracruzano que ha llevado su producción al terreno de lo ritual, pensándolo como el conjunto de prácticas sociales y simbólicas compuestas por representaciones que acompañan situaciones de paso, iniciación o catástrofe, y que tienen como objeto cohesionar al grupo y construir identidad. Desde luego, le interesa documentar estas prácticas y dialogar con ellas desde el arte.
Altura desprendida conversó con Gus Murrieta sobre su más reciente proyecto: Evolutionen. Se trata de un happening artístico que se materializa en una intervención urbana cuya finalidad es visibilizar la diversidad espiritual, sus prácticas y el lugar que éstas ocupan dentro de las situaciones de catástrofe que nos llevan a replantear otras formas de ser y relacionarnos con el mundo.

El proyecto comenzó a gestarse desde el terremoto del 2017 y su impacto en la Ciudad de México. Para el artista, este suceso transformó la forma de relacionarnos con el espacio público y detonó una serie de cuestionamientos en torno a capacidades de adaptación y renovación. Todo esto se ve atravesado por el factor tiempo y cómo éste modifica nuestras reacciones, pasando de la conciencia de lo que significa “estar vivx” hasta la banalización de la catástrofe.
Un segundo momento importante y de culminación fue la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2. Esta emergencia sanitaria llegó a alterar completamente nuestras rutinas. Fue una ruptura total que propició un replanteamiento y significó un reset en la forma en que convivimos y cohabitamos.
De tal suerte, Evolutionen tuvo tres grandes momentos:
Momento 1
Proyección de Útero, video e instalación del artista, y tirada de tarot.
Cambio de horario.
Momento 2
Instalación urbana de las piezas.
Momento 3
Meditación Ek Ong Kar en el Parque México.
Producción de piezas por parte de los artistas invitados como conclusión y cierre del ritual.

Tu pieza se enmarca en dos grandes situaciones de catástrofe; sin embargo, lo que propones va más dentro de lo que podemos observar desde la calma que brinda el espacio entre uno y otro. ¿Qué relación crees que haya entre las catástrofes y el recogimiento?
Considero que ambas tienen como factor más importante el tiempo, y que una es consecuencia de la otra. Algo que me atrae de estos dos conceptos es su polaridad: la catástrofe se nutre de la intranquilidad y el recogimiento transcurre bajo la calma. Esto me hace pensar que éstas son partes de un proceso mayor, dos momentos de una enseñanza o una herida.
¿Crees que la ruptura temporal que causan las catástrofes, pensando en el sismo de 2017 y la covid-19, sea instantánea o continúe ejerciendo su fuerza dentro de nosotrxs sin percibirlo?
Yo creo que son continuas. Toda información trasciende en nuestro inconsciente. Somos receptorxs de nuestro entorno, o mejor dicho del tiempo y del espacio; esto condiciona nuestra existencia: si naces es porque vas a morir. Cuando esta parte tan importante de nosotrxs es acelerada por algún acontecimiento como lo fue el sismo de 2017 o la pandemia por covid-19 ―eventos incontrolables por lxs humanxs que transforman nuestra realidad―, se impone en nuestra existencia un proceso mental, emocional y espiritual que condiciona nuestras futuras decisiones mediante la adhesión de nuevas experiencias que se transforman en aprendizajes. Evolutionen expresa estas rupturas de y desde la ciudad, haciendo evidente su permanencia en el paso del tiempo. La catástrofe, que aún se puede percibir en el espacio público, sigue interactuando con nosotros de una manera directa e indirecta.
Lo espiritual es muy importante no sólo en tu pieza, sino en tu práctica artística en general. Vemos, así mismo, que tus trabajos abarcan una multiplicidad en lo que a las prácticas espirituales supone. En este caso, ¿qué entiendes por tabú en la espiritualidad?
El tabú es todo aquello de lo que no se puede hablar por resultar incómodo. Esta falta de diálogo crea, con el tiempo, una distorsión conceptual de alguna práctica o ritual. El tabú en la espiritualidad lo entiendo como la necesidad de normar lo bueno y lo malo de las prácticas espirituales diversas que conviven en un mismo espacio. Es una necesidad de diferenciarlas mediante la jerarquización y el maniqueísmo. En Veracruz coexisten diversas prácticas como la santería, la brujería, los rituales prehispánicos, el uso de plantas medicinales y los ritos católicos que, a pesar de querer separarlos, se han ido mezclando. México, en general, cuenta con numerosas culturas que han ido mezclando sus rituales, los cuales dan vida a nuevas formas de coexistencia. El tabú lo entiendo también como el miedo que causa esta mezcla ideológica. En este sentido, pienso que permitir la diversidad de prácticas espirituales es el comienzo de una libertad filosófica más amplia.

Explícanos un poco acerca de la relación que notas entre espacio público y publicidad y cómo tus intervenciones resignifican estos conceptos.
Entiendo el espacio público como los lugares que son usados en comunidad. La publicidad es la disciplina que investiga el consumo y normalmente se presenta en este espacio habitado por la comunidad. Al hacer mi investigación de los espacios que Evolutionen iba a habitar, noté que estos dos conceptos estaban unidos en las bardas de los edificios que se cayeron en el temblor del 2017. Me parecía que estos elementos tenían un diálogo inconexo en el cual la publicidad no entendía el espacio en el que estaba funcionando. Lo sentí como una cancelación a la memoria de la ciudad donde el único discurso importante era el que comercializaba y promovía diversas ideologías aspiracionistas. La intervención en estos espacios es una forma no sólo de cuestionar este uso deshumanizado, sino de proponer otra publicidad a través de conceptos como la memoria colectiva y la ciudad.
Este tipo de activaciones apela a una participación entre sujetxs sintientes que experimentan la situación desde su particularidad. ¿Cómo crees que el arte pueda conjuntar estas particularidades y crear un todo que no sea homogéneo, sino que muestre esas multiplicidades?
Existen dos puntos muy importantes que definen, para mí, el arte: la acción de la experiencia y su análisis desde la neutralidad. El arte pone los temas a conversar desde una tela que exige objetividad; percibir la experiencia de lxs otrxs desde un análisis neutral nos brinda el poder de empatizar y producir emociones. El eje principal del arte es la comunidad. Personalmente, considero que la mejor solución para abordar los diversos contextos que nos exige la comunicación digital es pensarlos y abordarlos desde la participación social y la intervención del arte, que pone en juego estas acciones y une las particularidades con la cultura mundial. Evolutionen ocupa recursos simbólicos para promover el entendimiento universal, en un contexto donde la “libre” información en internet va permeando nuestra sociedad. El arte, por su tendencia a buscar la innovación, contempla estos recursos; cuestiona su utilización y promueve un pensamiento que abarque las múltiples realidades que existen.

Cuéntanos más de la simbología, ¿qué significa el huevo?
El huevo, como símbolo filosófico, se ha relacionado con el renacer de la espiritualidad. Algunos artistas surrealistas como Dalí lo vinculan con la conciencia humana. Nacer es romper el cascarón. Muchxs investigadorxs del inconsciente señalan el nacimiento de la conciencia como un proceso que se repite varias veces en la vida de una persona. En otras palabras, lxs seres humanxs rompemos varios cascarones o capas mentales a lo largo de nuestra vida.
¿Por qué Ek Ong Kar?
Yogui Bhajan, creyente de la meditación kundalini como una herramienta universal, enseña Ek Ong Kar Sad Nam como una meditación que ayuda a regular la energía masculina y femenina de la persona. Tiene como principal ejercicio escuchar nuestra voz desde el sonido de nuestra boca para distinguirla de la voz de nuestros pensamientos. A esto lo llaman proceso de concientización de la existencia. La diversidad espiritual y sexual se hace presente en nuevxs humanxs que buscan el equilibrio de la energía masculina y femenina en un mismo ser. Esta meditación propone practicar la existencia fuera de las ideologías hegemónicas, así como evidenciar la caducidad de estos pensamientos en el contexto actual. Esto se articula con uno de los propósitos fundacionales de Evolutionen, que es mostrar estas nuevas espiritualidades.

¿Cómo dialoga la era Acuario con los sucesos mundiales del 2020?
La era de Acuario marca un cambio en la conciencia de los seres humanos que llevará a un tiempo de abundancia y prosperidad. Algunxs astrólogxs la definen como un movimiento, ya que no está asociada a ninguna religión o ideología en particular; más bien es la incorporación de todas las religiones y filosofías que permitan convivir en un mundo armonioso. A todo gran cambio precede una gran catástrofe. Es el aprendizaje que dejó la pandemia y podría definirse como la necesidad de renacer y reinventarse. Muchxs hemos podido sostenernos mediante un retorno al ser propiciado por alguna práctica espiritual que de una u otra forma impacta en nuestras viejas creencias y nos lleva a pensar holísticamente. Al creer que las rupturas son un proceso consciente e inconsciente, Evolutionen dialoga de manera pública con la evidencia de nuevas espiritualidades, el nacimiento de cambios a partir de la pandemia, la tecnología, el mundo digital y el pensamiento que propone la era de Acuario.
El proyecto completo y otros trabajos del artista se pueden encontrar aquí.
La instalación continúa en el circuito Ámsterdam de la colonia Condesa, en la Ciudad de México.
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Michelle Vázquez. Orgullosa sagitariana, fan del arte contemporáneo y de las películas del llamado “cine de arte”. Tiene una relación amor-odio con la academia, pero encontró en la docencia una trinchera política. Piensa en la educación como un espacio de experimentación y diálogo que permite la interacción desde lugares más amables. Entre sus actividades favoritas están ser feminista, viajar, dormir, bailar y comer.
Twitter: @Mich3ll3_07
Imagen de portada: El artista y su obra. Cortesía del artista.